La Sidrería La Galana acogió la entrega de los premios de la decimoséptima edición del Concurso de Fotografía de LA SIDRA, un certamen de renombre internacional que recoge el universo visual sidrero.
El riojano Eduardo San Vicente se alzó con el Primer Premio con la obra “Gotas que cuentan historias: escanciando tradición”
LA SIDRA. – El Concurso de Fotografía LA SIDRA nació hace veinte años, cuando todavía nadie hablaba de Cultura Asturiana de la Sidra, con la intención de visibilizar y dar impulso al potencial artístico y cultural de la sidra, un patrimonio visual que, a lo largo de generaciones, quedó reflejado en numerosas obras pictóricas asturianas cuyo legado el concurso quiere continuar, renovándolo a través del lenguaje fotográfico contemporáneo.
Así lo recordó en su intervención Marcos A. Fernández, presidente de la Fundación Asturies XXI, en la apertura del acto de entrega de premios de esta 18.ª edición del Concurso de Fotografía de LA SIDRA. Fernández destacó cómo el certamen ha atravesado distintas etapas a lo largo de estas casi dos décadas, adaptándose a los cambios en la fotografía y al creciente interés que, hoy en día, despierta la cultura sidrera dentro y fuera de Asturias.
La entrega se realizó el pasado 14 de octubre en la Sidrería La Galana, colaboradora del concurso desde sus inicios y sede anual de la exposición de las obras premiadas y finalistas. Su implicación continuada refleja el vínculo entre el sector hostelero y la promoción cultural de la sidra. En la ceremonia, guiada por el presidente de la Fundación Asturies XXI, Marcos Abel Fernández, también estuvieron presentes Esther Freire, diputada en la Junta General, y Juan José Tomás, llagero de Sidra JR, una presencia que subraya la importancia del sector productor en el desarrollo cultural del territorio.
Organizado por la Fundación Asturies XXI, con el patrocinio del llager Sidra JR y con la colaboración artística y técnica de la asociación Asemeyando, el concurso sigue creciendo, como muestra la cantidad de países participantes y la diversidad de miradas que ofrecen sobre la sidra. El número de participantes se mantuvo en cifras similares a las de la edición pasada, cercanas a las trescientas fotografías procedentes de unos veinte países. Este alcance internacional refleja la proyección del certamen, que ha conseguido situarse entre las referencias principales dedicadas a la cultura sidrera desde el ámbito artístico y fotográfico.
El jurado estuvo presidido por el fotógrafo asturiano Luis José Vigil-Escalera, ‘Lujó Fotografía’, Maestro de la Confederación Española de Fotografía y Excelencia FIAP, autor de una trayectoria expositiva y docente amplia y con numerosas distinciones en certámenes nacionales e internacionales. Su presencia al frente del jurado reforzó la solidez artística de esta edición, caracterizada por un alto nivel técnico y una notable variedad temática dentro del mundo de la sidra.
El fotógrafo riojano Eduardo San Vicente se alzó con el Primer Premio —dotado con 700 euros y la Medalla de Oro de la CEF— con la obra “Gotas que cuentan historias: escanciando tradición”, tomada durante una visita al llager Sidra Herminio. La fotografía muestra a la cuarta generación de la familia sidrera, Danka Rodríguez, echando un culín desde el tonel. El contraste entre el color de la sidra y el fondo en blanco y negro, además de generar una fuerza visual especial, subraya el simbolismo del escanciado, gesto que es uno de los emblemas más reconocibles de la sidra asturiana. La unanimidad del jurado evidenció la potencia narrativa de la obra y su capacidad para condensar en una sola escena tradición, técnica y emoción.
El Segundo Premio, con 200 euros y la Medalla de Plata de la CEF, fue para Juan Carlos Hernández Fernández por “Siempre está con nosotros”, una fotografía tomada en la Fiesta de la Sidra de Gijón. La ternura del padre y su hijo en primer plano dirige la mirada hacia una botella que se alza entre la gente. La fusión del rayo de sidra con el pelo del niño y la atmósfera cálida creada por la iluminación produce un efecto casi onírico, evocando la presencia constante de la sidra tanto en los momentos familiares e íntimos como en los festivos de la vida asturiana.
El Tercer Premio, con 100 euros y la Medalla de Bronce de la CEF, fue concedido a Francisco J. Domínguez García por “Sidra cardiosaludable”. Con un planteamiento minimalista basado en la relación entre luz, sombra y color, las botellas sobre fondo verde trazan una línea similar a un electrocardiograma. La forma central, más pronunciada y construida a través de la superposición vertical de botellas, se lee como un “latido sidrero”, un recurso visual que da a la obra una dimensión simbólica marcada.
La Mención Especial “Sidra JR”, con 100 euros y dos cajas de Sidra JR, fue para Óscar Chamorro Flórez por “Lavadero de botellas”, una fotografía en blanco y negro centrada en el proceso de lavado y reutilización de botellas. Su fuerza está en la textura del vidrio mojado, la repetición de formas y el carácter casi industrial de una escena esencial en el ciclo productivo de la sidra.
Al mismo tiempo, se inauguró la exposición con las veinte fotografías finalistas, que se podrán visitar durante todo el mes en la Sidrería La Galana antes de trasladarse al Museo de la Sidra de Asturias (Nava). Desde allí comenzará su recorrido por distintos lugares, en un itinerario que ya es sello de identidad del concurso. A lo largo de 2026, la muestra itinerante “Fotografía de LA SIDRA” visitará diversas ciudades europeas integradas en la red Cider Cities, reforzando los vínculos culturales entre territorios sidreros y ampliando la difusión del patrimonio sidrero asturiano más allá de las fronteras. El concurso y las exposiciones premiadas cuentan con el apoyo del llager Sidra JR y con la subvención de la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Deporte del Principado de Asturias, que impulsa la promoción del patrimonio sidrero como expresión viva de la identidad asturiana.

