Editorial

Va a ser dificil encontrar -y repetir- un mes tan volcado con la sidra como este mes de agosto, y es que a la habitual actividad de este mes festivo, ya de por sí especialmente importante, se suma una edición de la FIDMA en la que la cultura asturiana de la sidra ha sido la principal protagonista, con profusión de actividades sidreras y estands dedicados parcial o totalmente a ella.

En este sentido cabe destacar el compromiso de la Fundación Caja Rural de Gijón, los estands y las actividades de Unicaja y Sabadell, el estand del Ayuntamiento de Xixón, con ‘La ciudad que empezó a escanciar la sidra’, y sobre todo y muy especialmente, el estand del ‘Principado’, con una exposición excelente, donde al rigor histórico se le sumó un componente interactivo y participativo que, junto con la variedad de actividades organizadas, hizo de él protagonista principal de la cultura asturiana de la sidra. ‘Asturies ye Sidrera. Lo nuestro ye mundial’ triunfó.

Las cosas comienzan a estar un poco peor cuando se trata de encontrar donde tomar unas botellas de sidra, y es que la oferta de nuestra bebida en los puestos de comida de la feria fue prácticamente testimonial.

Algo parecido está pasando en los actos oficiales/institucionales, donde se suele hacer referencia al gran logro que supone el conseguir ser reconocidos por la UNESCO. Todo muy bien, pero cuando se procede al pincheo posterior a las intervenciones, la sidra vuelve a estar si no ausente, sí claramente marginada. Al final se ofrece cerveza y vinos gallegos y de La Rioja -¿ignoran que los hay asturianos?- que se distribuyen con profusión por los camareros y, si se quiere sidra, hay que andar buscándola y -si la hay- rogando por que nos echen un culete. Está claro que no se acaba de superar el complejo de inferioridad asturiano.

Mismamente, continúa estando ausente la sidra en eventos como Bombstic, Metrópoli o Tsunami Xixón, sin que a nuestras administraciones parezca importarles, y lo que es más significativo -e injustificable- en eventos como el Paseo Gastro, en Xixón, organizado por Divertia hay vino, cerveza y resto de bebidas, pero no sidra.

Quizás sea el momento de pasar de las palabras a los hechos.