La familia Lozano revalida el título a la mejor sidra casera de Villaviciosa

Villaviciosa celebró este domingo la XVIII edición del Concurso de Sidra Casera, que volvió a llenar la plaza’l Güevu de tradición y sabor. Participaron 82 elaboradores de 21 parroquias del concejo, que ofrecieron unas 2.800 botellas, lo que supuso más de 17.000 culinos repartidos entre el público en el vaso conmemorativo de este año. Se fabricaron 1.800 unidades de este vaso, a un precio de 5 euros cada uno

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El primer premio viajó de nuevo a Pueyes: la familia Lozano, con la botella número 24, se alzó por segundo año consecutivo con la victoria. David San José Lozano y María Reyes López destacaron el cuidado puesto en todo el proceso, desde la selección de la manzana hasta el prensado y la maduración, un trabajo que conserva la tradición de las pumaradas heredadas de sus abuelos.

El segundo puesto fue para Noelia Canteli, de La Piquera (Fuentes), y el tercero para Isidro Carmín, de Poreñu. Javier Alonso, de La Miyar (Miravalles), quedó en cuarto lugar. El resto de elaboradores finalistas, hasta el duodécimo puesto, recibieron trofeo, diploma y cena para dos personas.

El jurado —compuesto por hosteleros, llagareros y especialistas— valoró el aroma, la presencia y el “pegue” en el vaso. Según los expertos, la sidra casera “ya no tiene nada que envidiar a la comercial” y en apenas dos décadas ha mejorado “más de un 500 %”. Óscar Florez, de la Asociación de Fomento de la Sidra Tradicional Asturiana, destacó además la diversidad de estilos: más dulces en las parroquias del interior y con notas más amargas en la zona de la marina.

Tras las eliminatorias y la semifinal celebradas durante la semana, la final reunió a 12 sidras, de las cuales las cinco primeras representarán a Villaviciosa en el Campeonato Regional. Una vez más, el certamen dejó claro que la sidra casera en Villaviciosa no es solo una bebida: es cultura, tradición y, sobre todo, una fiesta compartida.